Existe hoy en día una despiadada lucha que llevan
a cabo las grandes empresas por el
control del
mercado de los
contenidos y la
televisión digital, esta ha ocasionado una ola de
fusiones y
adquisiciones con la consecuente aparición de gigantescos
consorcios tecnológicos, con tanta influencia en la
sociedad como los propios gobiernos y que amenazan con
convertirse en los manipuladores de la conciencia del
individuo.
Mientras el dominio "Ciberespacio" se va convirtiendo en
nuevo habitad de acciones
perniciosas y males de todo tipo. Flagelos como el tráfico
de drogas, la
prostitución
infantil, la propaganda
neofascista y terrorista, los robos, los constantes ataques de
los denominados "hackers" o la
evasión de leyes,
constituyen "el lado oscuro".
Efectos colaterales son también la transculturización y la pérdida de identidad, la propaganda despiadada cada vez más rutilante, refinada y sus nefastas secuelas de depresión, enajenación y egocentrismo.
Las grandes compañías poseen el dominio de los llamados contenidos de información en la red. De esta forma los contenidos, portadores de ideas, políticas y modos de vida provenientes de los países explotadores, imponen su estilo de vida de forma muy refinada y "personalizadamente" interiorizada por el usuario.
Efectos colaterales son también la transculturización y la pérdida de identidad, la propaganda despiadada cada vez más rutilante, refinada y sus nefastas secuelas de depresión, enajenación y egocentrismo.
Las grandes compañías poseen el dominio de los llamados contenidos de información en la red. De esta forma los contenidos, portadores de ideas, políticas y modos de vida provenientes de los países explotadores, imponen su estilo de vida de forma muy refinada y "personalizadamente" interiorizada por el usuario.
Hace más de un siglo Federico Engels
planteó; "no debemos vanagloriarnos de todas nuestras
victorias sobre la naturaleza
(.....) si bien es cierto que las primeras consecuencias de dicha
victoria son las previstas, pueden aparecer consecuencias
secundarias muy distintas, totalmente imprevistas que no pocas
veces cancelan los primeros".
El efecto beneficioso de la ciencia y
la técnica lo determinan, en lo fundamental, los hombres
que controlan su desarrollo y utilización, de modo que
para convertir en realidad el progreso y bienestar que ellos
pueden ofrecer, se requiere en primer lugar de una organización social capaz de subordinar el
fruto de la actividad humana a los intereses vitales de la
sociedad como un todo, y no a la de un grupo
ávido de ganancias y poder.